
¿Qué son?
Los jardines polinizadores son espacios diseñados intencionalmente para atraer y sustentar polinizadores mediante la plantación de especies florales nativas y adaptadas a las condiciones locales. Estos jardines buscan proporcionar néctar, polen, refugio y sitios de reproducción a lo largo de todo el ciclo de vida de los polinizadores.
¿Cómo proteger los jardines?
Crear un jardín amigable con los polinizadores: Plantar flores nativas y evitar el uso de pesticidas son formas efectivas de ayudar a estos insectos.
Participar en proyectos de conservación: Muchas organizaciones trabajan para proteger a los polinizadores y sus hábitats. Puedes unirte a sus esfuerzos a través de voluntariado o donaciones.
Educar a otros: Compartir información sobre la importancia de los polinizadores puede ayudar a crear conciencia en tu comunidad.
Apoyar la agricultura sostenible: Optar por productos orgánicos y de cultivo sostenible puede contribuir a la protección de los polinizadores.

Diseño de jardines polinizadores
El diseño debe combinar conocimientos de botánica, ecología y paisajismo, buscando generar entornos que sean funcionales tanto para las personas como para los polinizadores.
Diagnóstico del sitio: Determinar tipo de suelo, exposición solar, acceso al agua, especies existentes.
Diseño participativo: Involucrar a vecinos, estudiantes o comunidad en general.
Preparación del terreno: Eliminación de especies invasoras, incorporación de materia orgánica.
Selección de especies nativas: Favorecen los polinizadores locales y son más resistentes.
Plantación por estratos y temporadas: Asegura recursos continuos.
Construcción de micro hábitats: Hoteles para insectos, pilas de madera, charcas poco profundas.